Nunca me había llamado la atención la Semana Santa, por eso siempre me iba a la playa, pero el año pasado me dieron la oportunidad de pasar esta semana en San Isidro de Nijar, en Almería, donde la gran mayoría de la población es inmigrante africana. Se trataría de estar un grupo de jóvenes viviendo allí una semana, ayudando a los morenos (los negritos, así se les llaman allí) y vivir y conocer cual es su día a día. Bien, en un principio no sabía si ir o no y bendito el momento en el que dije que sí. Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, que me hizo cambiar y encontrar mi camino, de hecho, si no hubiera ido no estaría donde estoy seguramente. Nijar es un lugar especial y todo el que ha ido lo sabe. Allí aprendí a ver el mundo de otra manera, a ver a las personas de otra manera. La verdad es que no podría explicar con palabras todo lo que sentí y aprendí, hay que vivir la experiencia para entenderlo.
Pasé la Semana
Santa con mis “mejores galas”, si, los chándal más viejos que tenía en mi
armario, todas mis fuerzas y energías y una gran sonrisa para compartir;
preparada para vivir de cerca esa realidad. De esa semana me traje de vuelta
nombres, rostros, miradas, historias de vida…que no te dejan igual. Mi Semana
Santa 2013.
Tuvo que ser una experiencia magnifica, yo estoy deseando poder hacer un "viajecito" como este. Con respecto a la Semana Santa, pienso que las personas no van a ver las cofradías sino que van a "lucir" su vestido nuevo y hacer fotos para luego subirlas a facebook y decir que son muy católicos/as.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con Isa. Pienso que ha tenido que ser una experiencia muy bonita donde poder conocer la realidad de otras personas y ser partes de sus vidas durante una semana y quizas, para el resto de su vida. Me encantaria que este tipo de experiencias fueran algo mas comun entre jovenes de nuestra edad; y espero poder tener algun dia la oportunidad de viajar de este modo
ResponderEliminar